Miles de familias cocinan sin techo, pero con esperanza

El Perú es uno de los países en los que la seguridad alimentaria sufre una gran amenaza a raíz de la pandemia. Se estima que alrededor de 3 millones de personas de las ciudades de todo el país están enfrentando situaciones de inseguridad alimentaria.

Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en 2020, 14% de los hogares de Lima Metropolitana y el Callao afirmaron no haber podido comprar alimentos con contenido proteico (carnes, pescado y huevos, en su mayoría por falta de recursos económicos).

Frente al incremento de esta problemática surgieron iniciativas solidarias conocidas como Ollas Comunes, las cuales representan un espacio relevante para la crisis alimentaria, debido a que atienden a la población más vulnerable. Las Ollas Comunes se ubican en las partes más “altas” de los cerros, es decir mucho más inaccesibles y de extrema pobreza.

Villa María del Triunfo es un distrito ubicado en la zona sur de Lima Metropolitana, caracterizado por una población diversa y en su mayoría de ingresos medios y bajos. La pandemia de COVID-19 exacerbó las condiciones de vulnerabilidad en el distrito, llevando a muchas familias a enfrentar inseguridad alimentaria. Ante esta situación, surgieron numerosas ollas comunes como respuesta comunitaria para garantizar la alimentación de las personas más afectadas.

Según el registro de la Municipalidad Metropolitana de Lima al 20 de febrero de 2021, Villa María del Triunfo contaba con 360 ollas comunes, representando el 21% del total en Lima Metropolitana, hoy se estima que existen alrededor de 250.

Las Ollas Comunes carecen de espacios adecuados y condiciones básicas de salubridad para la calidad de vida de sus beneficiarios. En promedio, cada una de ellas atiende a 112 personas, siendo cerca del 40% niños menores de 5 años y adultos mayores de 60 años, de acuerdo con el registro de la Municipalidad Metropolitana de Lima.

Las Ollas Comunes no cuentan con infraestructura adecuada, la mayoría funciona en ambientes prestados o improvisados, el 60 % usa la casa de un vecino o está ubicada al aire libre.